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Reflexiones de Adviento

Adviento: esperanza que transforma – Día 23: Olor a establo

24 diciembre, 20121052 visitas

 

El mensaje de la Navidad tiene como protagonista central a un niño. Un niño común y corriente al que hay que envolver en pañales y al que los visitantes van a encontrar acostado en un pesebre. En el centro no están los adultos; estos vendrán para cuidarlo, admirarlo y adorarlo.

La redención no resultará de una gesta militar dirigida por los adultos, ni de la genialidad técnica de un adulto iluminado. Nos llegará por una vía más sencilla: un niño indefenso la traerá.

El niño del pesebre nos expone el lugar que ocupan «los débiles» en los complejos procesos de trasformación humana. Ellos siempre han sido vistos como objetos de trasformación (por los que debemos hacer algo), aunque, en la realidad de Dios, son sujetos de ella (pueden hacer algo por todos). Acerca de este principio, enseña el apóstol Pablo que «la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana» (1Co 1.25).

Entre los enfermos, los niños y niñas, las personas con alguna privación física, los migrantes indocumentados, los indígenas y tantas personas más que son tratados como insignificantes, se revela la gracia salvadora de Dios. Se podrá soñar con otro mundo posible (Foro Social Mundial) a partir de estos «débiles» despojados de poder antes que con los fuertes del mundo… solo hábiles para consolidar sus estrategias del poder inútil.

Entre pañales y olor a establo reposa la esperanza del mundo.

 

Para seguir pensando:

«Nos ha nacido un niño, un Dios se nos ha dado,

Hay que nacer de nuevo, desnudos como el niño,

Descalzos de codicia, de miedo y de poder, sobre la tierra roja.

Hay que nacer de nuevo, abiertos al Misterio, ungidos de esperanza».

Pedro Casaldáliga (teólogo y escritor catalán-brasileño)

 

Oración:

Investigaciones de organismos no gubernamentales han apuntado que alrededor del 65 % de los niños de la calle, en las capitales de los países de América

Latina, son objeto de explotación sexual. Pidamos al Señor para que sepamos cómo trabajar con la población menor de edad vulnerable a este flagelo para que ellos también, con nosotros, se conviertan en sujetos de transformación que reduzcan el riesgo de ser víctimas de algún tipo de explotación sexual.

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  • Sugerencias
    Frente a las necesidades de la comunidad, nos conviene más estar dispuestos a escuchar las instrucciones del Señor.

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