¿Vacas sagradas o plataformas de desarrollo?
Compasión ejemplificada
Jonathan Edwards fue el instrumento escogido por Dios para iniciar uno de los más extraordinarios avivamientos espirituales en Estados Unidos. Casi la totalidad de los habitantes del pueblo donde estaba su congregación se convirtieron. El mover de Dios se extendió, como un fuego, por toda la región de Nueva Inglaterra. Sin embargo, el atractivo del pastorado de Edwards no era precisamente el carisma de su personalidad.
El legado del ministerio de Kivengere ha sido una Iglesia que ha crecido notablemente en número y compromiso.
¿Cómo un ser imperfecto era la persona perfecta que Dios escogió para moldearme tanto en mi vida?
Únicamente la fe en Jesús dará sentido a nuestras vidas, y ya sea en un convento o un castillo, en una mansión o en un covacha, en una selva o en un desierto, hallaremos que solo Dios basta.