María es sin duda un ejemplo de dedicación, abnegación y obediencia al llamado del Padre Celestial. Pero, ¿qué implicaciones
Su buena voluntad, a diferencia de nuestros criterios tan selectivos y exclusivistas, no deja afuera a nadie, algo que frecuentemente ofende nuestras sensibilidades.
El transitar confiado por los caminos que el Señor nos indica no depende de lo lógico que resulte escogerlos, sino de la certeza de que quien los traza los conoce bien.