Cuando es consultado, el consejo del maduro suele ser el más difícil de ser asimilado sentimentalmente, recordemos que viene de un corazón en el que los instintos y sentimientos están en segundo lugar. El consejo del inmaduro, en cambio, es tentador y fácil de echar a andar...
La crisis es la oportunidad para ver la mano de Dios obrando maravillas a favor de su pueblo. Su intervención es asombrosa y contradice todas las predicciones humanas acerca del probable desenlace de la situación. Aquellos que se atrevan a seguir el camino señalado por Dios podrán disfrutar de las experiencias espirituales más extraordinarias.
La exhortación nos es bien conocida. «Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros...» Casi sin esfuerzo, podemos citar el resto del versículo: «sabiendo que como tales recibiremos un juicio más severo » (St. 3.1). Lo que nos resulta más complicado es entender el porqué de tal exhortación...