No descuidemos ese primer amor

Apocalipsis 2:4 nos hace reflexionar sobre como El Señor analiza las obras que estamos haciendo, es decir las actividades en las que nos estamos involucrando. Conociendo esto, debemos recordar que amar estas obras o actividades en las que estamos involucrados más de lo que amamos al Señor es pecado, por más esfuerzo y dedicación que pongamos en la realización de las mismas, ponerlas por encima de Dios, siempre nos traerá consecuencias no positivas. Por tanto, no descuidemos a nuestro Señor, démosle siempre el lugar que Él se merece: el primero.

 

 

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